Juntos estudiamos el idioma italiano que sirve para comunicarnos en las situaciones de la vida cotidiana.
Para hacer amistad y realizar sueños.
Para coger fuerza y expresarnos sin vergüenza.
Somos muchas maestras y cada una de nosotras ha crecido gracias a muchos idiomas diferentes. Por eso hemos entrenado una conciencia geopolítica de las relaciones de poder entre las lenguas y sabemos que aprender a hablar, leer, escribir significa cruzar fronteras invisibles que pensamos siempre abiertas.
A menudo lo hacemos cantando, contando historias o cocinando, mientras los niños juegan.
Escribimos recetas, poemas y pedazos de nuestra vida.
Nos escuchamos.
Esperamos que nazcan las palabras, pasando por la memoria de los lugares de origen, recogiendo sonidos y significados que siempre tienen muchas raíces.